sábado, 2 de julio de 2016

Apuntes sobre la Ética y Ciudadanía - Los límites de la convivencia de Ramón Ponce Testino

Para definir el campo de la ética será necesario escarbar sobre el origen lingüístico de estos términos.
En primer lugar, la raíz lingüística de la palabra ética proviene del vocablo griego "Ethos" y data de cerca de veinticinco siglos atrás. Por otra parte la palabra moral proviene del latín  "Mores" cuya antigüedad es de 1500 años. En segundo lugar, el significado literal de la palabra ethos era carácter y el de mores era costumbre.
Esto marca una diferencia de significados, ya que cuando hablamos de carácter alude a un punto de vista interno, mientras que costumbre alude a lo socialmente aceptado por una comunidad. Estas dos palabras para los griegos mantenían una idea en común. Para los griegos ambas palabras tenían un significado común, ya que la palabra ethos hacía alusión a una disposición de carácter que informaba la conducta individual o colectiva.
En la actualidad si comparamos la ética y la moral en los campos estudio se podrá encontrar un sinfín de significados, es por eso que lo más sensato es asumir que no hay un acuerdo previo sobre como diferenciar ambos conceptos. 

Hay dos acepciones sobre la ética y la moral. La primera acepción plantea que la ética es el estudio de la moral. En este punto de vista la moral está conformada por lo que la sociedad considera deseable, aceptable y lo intolerable. Este juicio sobre lo bueno y lo malo o tener la forma de "respuestas emocionales" o "intuiciones automáticas", no significa necesariamente que el individuo que tenga moral haya hecho una reflexión sobre ella, sino que solo fue una respuesta automática o una justificación a partir de razones o costumbres esperadas de comportamiento social. Mejor dicho, programado como un robot.
La segunda acepción establece que la moral es un subconjunto de la ética. En esta segunda acepción la ética se refiere a la idea de una buena vida y a todos los objetivos que conlleva este esta idea. En este sentido la moral es una preocupación ética centrada en la idea de la obligación y como toda obligación tiene un inicio y un final. 

 Para tener una definición más clara y evitar confusiones, definiremos a la ética como una consideración normativa sobre lo que es moralmente correcto. ¿Pero quién decide qué es moralmente correcto? Esto tiene que ver con el tipo de acciones que estamos en capacidad de realizar  y que tienen para nosotros una carácter de obligación, quiere decir una demanda moral. El problema es cómo establecer que algo es una demanda moral pues no todo lo que consideramos un deber tiene ese carácter. Una demanda moral existe toda ve que una decisión involucre un posible conflicto de intereses con otros que podrían verse afectados por esa decisión. Esto quiere decir que si existe un conflicto de intereses, entonces habrá una demanda moral para tener en cuenta. 
Es decir un conflicto de intereses se torna a un conflicto moral, toda ve que afecte a aquellos intereses que a nadie le gustaría ser vulnerado. Si alguien roba todos los motores de una empresa que hace servicio de ómnibus en un ciudad,  estaríamos hablando de un conflicto de intereses, ya que existe un conflicto entre la utilidad que le da el ladrón a los motores de los carros para venderlos y la utilidad que le dan las personas para transportarse  con esos ómnibus. En caso de conflictos de esta índole, es requisito para pensarlo y discutirlo el cumplir con dos principios: un principio de la imparcialidad, el cual consiste en que debemos reconocer que los intereses de uno no tienen privilegio o son superiores sobre los intereses de los demás. Y el otro principio es el de la razonabilidad, el cual consiste  en reconocer que, si en un conflicto de intereses el interés prima sobre el de la otra, es obligatorio que esa primacía se justifique sobre la base de razones que ninguna de las partes pueda sinceramente rehusar.
Esto quiere decir que en un conflicto de intereses entre individuos gana el que tiene argumentos más razonables y lógicos. Esto también tiene que ver con la solidez de sus fundamentos. La imparcialidad y la objetividad acompaña a la ética en este sentido, ya que una idea no puede imponerse sobre otra por consideraciones subjetivas,  ya que la ética se abstrae de prejuicios.

Apuntes sobre la Ética y Ciudadanía - Los límites de la convivencia de Ramón Ponce Testino

Edinson Marvin Egoavil Samaniego.

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